lunes, 23 de enero de 2012

La prima de riesgo


En los últimos meses una preocupación se ha venido repitiendo periódicamente dejándonos una extraña sensación de déjà vu: sube la prima de riesgo y con ella nos llega un incomprensible desasosiego sobre la maltrecha salud de nuestra economía. Analicemos cuales son las causas de estos temores.

¿Qué es la prima de riesgo?
 
La prima de riesgo, también llamada riesgo país, es el sobreprecio que paga un país para financiarse en los mercados internacionales de deuda con respecto a otro país que se considera libre de riesgo. En la Unión Europea esta comparación se realiza con respecto a Alemania, porque se considera que su deuda es la más segura de Europa.

En definitiva lo que mide la prima de riesgo es la confianza de los inversores en que un país pueda devolver la deuda que ha emitido a su vencimiento, o lo que es lo mismo la confianza en que la buena salud de su economía le permita generar los ingresos necesarios para poder devolver las cantidades que le han prestado los inversores internacionales.

¿Cómo se calcula?
 
Su cálculo se realiza por la diferencia de rentabilidad que se paga en los mercados secundarios entre el bono a diez años del país cuyo riesgo queremos medir y el bono a diez años del país libre de riesgo que tomamos como referencia, en nuestro caso Alemania. Así, si por ejemplo la rentabilidad del bono español a diez años es del 6% y la del bono alemán es del 2,75%, la diferencia sería del 3,25%.
 
La prima de riesgo se mide en puntos básicos, de tal forma que cada punto porcentual de diferencia equivale a 100 puntos básicos, en nuestro ejemplo la prima de riesgo de España sería de 325 puntos básicos.
 
El Estado se financia en el mercado primario de deuda, es decir, con las emisiones que realiza directamente el Tesoro español. Sin embargo la prima de riesgo se calcula en el mercado secundario, que es donde se negocian los títulos de deuda una vez emitidos por el Tesoro y donde los inversores que han comprado deuda pública la pueden vender en cualquier momento.
 
Los vaivenes del mercado secundario de deuda afectan directamente al precio al que el Tesoro español coloca la deuda. Imaginemos por un momento que el Estado coloca una emisión de deuda en bonos de 1.000 euros, comprometiéndose a pagar 60 euros de intereses (rentabilidad del 6%). A los pocos días se suceden una serie de noticias negativas que hacen sospechar que la salud económica del país es peor de lo que se suponía.

Ante estas informaciones muchos inversores trataran de desprenderse en el mercado secundario de la deuda española que han comprado. Esto hace que aumente la oferta de deuda, de forma que si los inversores quieren vender la deuda española que compraron deberán rebajar el precio que piden por ella, por ejemplo desde los 1.000 euros que pagaron a 900 euros.
 
Dado que el interés que paga el Estado por los bonos emitidos es fijo (60 euros), si antes se recibían 60 euros de intereses por cada 1.000 euros de deuda y ahora pagando sólo 900 euros se obtienen los mismos 60 euros de intereses, lo que se produce es un aumento de la rentabilidad de la deuda española en el mercado secundario. Esta situación obligará a que el Tesoro aumente la rentabilidad ofrecida en la próxima emisión de deuda, porque en caso contrario los inversores preferirán comprar la deuda española en el mercado secundario (más barata) antes que acudir a las subastas del Tesoro.
 
¿Por qué es importante?
 
La importancia de una subida de la prima de riesgo radica en que incrementa el coste de financiación de nuestra economía, ya que como hemos indicado, un aumento de la rentabilidad de la deuda española en el mercado secundario se traduce en que el país se vea obligado a pagar un mayor tipo de interés por la deuda que emita.

En época de dificultades presupuestarias como la actual esto es una autentica bomba de relojería, porque para pagar más intereses hay que hacer recortes en otros gastos, lo que a su vez lleva a un empeoramiento de la situación económica que puede traducirse en una peligrosa espiral de sucesivos aumentos de los costes de financiación y de consiguientes empeoramientos de la situación económica.
 
Pero además la economía está fuertemente interconectada, con lo cual un aumento del tipo de interés que se le exige a la deuda pública española conlleva un incremento de los costes de financiación de bancos y empresas, lo que produce un encarecimiento del crédito a toda la economía y una sensible reducción del crecimiento económico.

Se calcula que cada aumento de 100 puntos básicos en la prima de riesgo supone para España un coste en intereses de más de 12.000 millones de euros anuales. Algunos economistas consideran que si el tipo de interés que paga un país supera el 7% durante algunos meses la situación se volvería insostenible, lo que obligaría a la intervención de su economía.

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