sábado, 17 de marzo de 2012

La deuda de los clubes de fútbol con Hacienda



Es realmente descorazonador comprobar que en medio de la peor crisis económica que se recuerde, mientras los ciudadanos sufrimos recortes sociales y subidas de impuestos constantes, los clubes de fútbol españoles adeudan al fisco la nada despreciable cifra de 752  millones de euros. A esta cifra habría que añadir además los 10,6 millones que deben a la Seguridad Social.

La descomunal deuda trascendió a los medios tras una pregunta realizada por Izquierda Unida al Gobierno en sede parlamentaria y las reacciones no se hicieron esperar, llegando incluso al extranjero. Así, el presidente del histórico club alemán del Bayern de Múnich se atrevió a afirmar: “Para mí es el colmo, es impensable. Pagamos cientos de millones de euros a España para que salgan de la mierda y luego los clubes se eximen de pagar la deuda. Esto no puede ser así".

La Liga de Futbol Profesional y algún club, como por ejemplo el Real Madrid, se han apresurado a salir a la palestra y afirmar que no mantienen deudas exigibles con Hacienda. El matiz de exigible no es gratuito pues si bien indica que la deuda esta aplazada, pendiente de algún tipo de recurso o de que se resuelva una situación de concurso de acreedores, no significa ni mucho menos que tal deuda no exista.

De la cantidad total adeudada a Hacienda, 490 millones de euros corresponden a los equipos de primera división, 185 millones a los de segunda y 78 millones a los del resto de categorías.

Evidentemente la crisis económica ha empeorado de forma significativa la situación fiscal de nuestros equipos de fútbol, pero no debemos olvidar que ya en el año 2008 esta deuda era de más de 600 millones de euros; el dato no hace sino demostrar que nuestros clubes han vivido en todo momento por encima de sus posibilidades, llevando una gestión económica que sólo se puede calificar como absolutamente lamentable.

El problema es aún mayor de lo que indican los montantes adeudados a Hacienda y a la Seguridad Social, pues se estima que el total que deben los equipos de fútbol a todos sus acreedores supera la increible cifra de 3.500 millones de euros, encontrándose doce clubes en concurso de acreedores. Contemplando estos datos  no sería muy arriesgado afirmar que el fútbol español está en una situación muy próxima a la ruina.

La irresponsabilidad de los dirigentes de nuestro fútbol propició en el pasado la puesta en marcha de dos planes de saneamiento. El primero se realizó a mediados de los años ochenta y condujo a que los clubes de fútbol enjugaran la deuda en que habían incurrido para modernizar sus estadios para el Mundial de 1982 a cambio de los ingresos de las quinielas. El segundo se llevó a cabo a principios de los años noventa mediante la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas deportivas y el aumento del porcentaje de ingresos que recibían de las quinielas.

Para tratar de resolver la crisis actual se está especulando con que el Consejo Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional preparen un nuevo plan de saneamiento, que se instauraría de forma progresiva y conduciría a que los equipos con deudas con Hacienda y la Seguridad Social sean expulsados de la competición.

En todo caso no debemos olvidar que toda esta situación ha sido instigada y propiciada por la actuación de los políticos, que han visto en el deporte rey un escaparate perfecto para aumentar su popularidad. Así no es difícil encontrar en cualquier rincón de España a alguna administración local o autonómica que haya adoptado decisiones económicamente absurdas para favorecer a sus equipos de fútbol, tales como: recalificaciones urbanísticas, patrocinios, financiación por las cajas de ahorro o contratos con televisiones públicas.

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